Este solvente se usa para disolver diversos compuestos. En el sector minero y petrolero, mejora el flujo de petróleo al disolver parafinas y asfáltenos, optimizando la producción y reduciendo costos. En pinturas y barnices, facilita una aplicación uniforme y acelera el secado, resultando en acabados de alta calidad. También es crucial en la fabricación de adhesivos y tintas de impresión, mejorando la viscosidad y garantizando impresiones nítidas.
En las industrias del hule y del cuero, ayuda en el tratamiento de materiales, mejorando propiedades como elasticidad y flexibilidad. En la formulación de pesticidas, asegura una dispersión uniforme de ingredientes activos, maximizando su eficacia. Además, participa en la producción de polímeros, la destilación del petróleo y es utilizado en laboratorios de histología para preparar muestras biológicas.
Sus beneficios clave incluyen una alta eficacia solvente, volatilidad óptima, compatibilidad con otros solventes y estabilidad química. Es fundamental manejarlo con precaución, siguiendo normas de seguridad para proteger el medio ambiente y la salud de los trabajadores. Aunque no se acumula en plantas o animales y tiende a descomponerse rápidamente, su uso responsable es vital.