El hexano es un compuesto orgánico ampliamente utilizado en diversos procesos industriales gracias a sus propiedades químicas únicas. Se trata de un líquido incoloro, volátil y con un olor característico, perteneciente al grupo de los alcanos. Está compuesto por seis átomos de carbono y catorce de hidrógeno. Aunque existen varios isómeros del hexano, en el ámbito comercial se utiliza comúnmente una mezcla de estos, conocida como hexano comercial, que se obtiene como subproducto del refinamiento del petróleo crudo.
El hexano es un líquido incoloro a temperatura ambiente, con un punto de ebullición que oscila entre 68 y 70 °C. Su baja polaridad y buena capacidad para disolver grasas, aceites y ceras lo convierten en un solvente muy útil en distintos sectores. Además, es altamente inflamable y debe manejarse con precaución, especialmente en ambientes cerrados o con fuentes de ignición cercanas.
En cuanto a su solubilidad, el hexano es insoluble en agua pero se mezcla fácilmente con otros solventes orgánicos como el éter, el alcohol y el cloroformo. Su densidad es inferior a la del agua, lo que hace que flote en superficies acuosas, y su presión de vapor relativamente alta contribuye a su rápida evaporación.
Este compuesto se utiliza en la industria por su eficiencia como solvente y por su disponibilidad a bajo costo. Sus aplicaciones abarcan desde la extracción de aceites vegetales hasta el uso en adhesivos y productos de limpieza industrial. A continuación, se describen algunos de sus usos:
Uno de los usos más extendidos del hexano es en la industria alimentaria, específicamente en la extracción de aceites vegetales como el de soya, maíz, girasol y canola. En este proceso, el hexano actúa como solvente que separa el aceite de la materia sólida de la semilla. Posteriormente, el aceite es refinado para eliminar cualquier residuo del solvente.
Este método es preferido por su eficiencia, ya que permite obtener un alto rendimiento de aceite a bajo costo. No obstante, es importante que el producto final cumpla con las normativas de seguridad alimentaria, asegurando que los niveles residuales de hexano sean mínimos.
El hexano también se utiliza en la industria química para la elaboración de adhesivos, especialmente en la fabricación de calzado, tapicería y otros productos que requieren un secado rápido y un acabado limpio. Su capacidad para disolver caucho y polímeros facilita su uso en fórmulas adhesivas industriales.
En laboratorios, el hexano se emplea como reactivo y como medio para cromatografía. También puede utilizarse en procesos de purificación de productos químicos, incluida la preparación de ciertas sustancias farmacéuticas, aunque su uso está cada vez más regulado por motivos de salud y seguridad.
Otro uso importante del hexano es en el desengrase de piezas mecánicas o metálicas. Su eficacia para eliminar aceites, grasas y otros residuos industriales lo hace útil en sectores como la manufactura automotriz, la aeroespacial y la maquinaria pesada.
