Este producto tiene una gran variedad de aplicaciones, siendo especialmente popular en la industria cosmética, donde se utiliza para fabricar todo tipo de productos de belleza, desde cremas hasta lociones. Además, es clave en la formulación de recubrimientos tanto para uso doméstico como en la industria automotriz, ayudando a proteger y dar acabados de calidad a superficies como muebles o vehículos.
Otro uso importante es en la disolución de hules, lo que lo convierte en una pieza clave en la industria del caucho, ya que facilita el procesamiento y mejora las propiedades del material. También es ideal para la extracción de aceites y la preparación de ceras, procesos que son vitales tanto en la industria alimentaria como en la elaboración de productos para el cuidado personal.
Por último, este producto también destaca en la formulación de agentes de limpieza, tanto para uso doméstico como industrial. Su capacidad para disolver grasa y suciedad lo hace muy efectivo en la creación de detergentes y otros productos de limpieza que facilitan mantener el hogar y espacios de trabajo impecables.
